DETALLES DEL FACSÍMIL
- Origen: Núremberg, Alemania.
- Fecha: 1498.
- Medidas: 45 x 35 cm.
- Contenido: 33 pp. con grabados y texto impreso.
- Idioma: latín.
- Encuadernación: flor de piel caprina con gofrados.
- Tirada: 375 ejemplares venales numerados en arábigo y 25 no venales en romanos firmados y sellados notarialmente.
- Libro de estudio: completo a cargo de Concepción Huidobro, especialista de la Biblioteca Nacional de España.
- ISBN: 978-84-936312-6-0
La grandeza artística de Durero
A los 27 años de edad, Alberto Durero alcanzó un logro artístico trascendental al dar vida a su primera y monumental obra mediante la técnica de entalladura: «El Apocalipsis». Concluida en 1498, esta serie de grabados cobra vida a partir del homónimo libro bíblico.
Cada grabado encapsula una escena del Apocalipsis según el apóstol Juan, capturando la esencia misma de la narrativa apocalíptica, repleto de simbolismo y profecías sobre el fin del mundo y el juicio final.
Encarna de manera ejemplar su genialidad artística para plasmar en sus obras temas religiosos y simbólicos.
Su cumbre creativa
Creó unos dibujos preparatorios para los grabados, evidenciando su devoción y meticulosidad en la gestación de cada pieza. Este magistral trabajo cobra vida en la estela de su 1º viaje a Italia, un viaje que enriqueció su paleta creativa y marcó el comienzo de su madurez artística.
En la era que les tocó florecer, irradiaron influencia y, a lo largo de los siglos subsecuentes, continuaron inspirando a artistas de todas las corrientes.
Reconocida unánimemente como una obra maestra del grabado, esta serie se alza como una de las obras más ambiciosos y sobresalientes del renombrado artista renacentista.
El incunable nº 1 de la Biblioteca Nacional de España (BNE)
El ejemplar original se encuentra en la Biblioteca Nacional de España (BNE), identificado como «Incunable nº 1». Esta denominación significa que la BNE lo considera uno de los ejemplares más antiguos y valiosos de su colección.
Los incunables son valiosos no solo por su antigüedad, sino también por su contribución a la historia del libro y la difusión del conocimiento en Europa. Además, que sea el primero en una serie de incunables, lo distingue y posiciona como elemento fundamental en el panorama histórico y cultural.
La profundidad artística de esta obra
‘El Apocalipsis’ se erige como una joya del arte alemán, desplegando trazos enérgicos y cargados de vitalidad. Aunque conserva vestigios de la estética medieval, se adivina ya el brote incipiente de la personalidad distintiva de Durero.
Un detalle significativo reside en que fue la 1º publicación financiada enteramente por Durero, en contraste con la tradición de artistas que buscaban el patrocinio de mecenas adinerados. Por lo que, estableció así un hito en lo que podría considerarse como la 1º autoedición artística.
Con cada grabado, nos adentramos en la mente de Durero en un momento crítico de su carrera. ‘El Apocalipsis’ no solo ilustra las visiones apocalípticas de San Juan, sino que también atestigua la visión singular de un artista genial en el umbral de su consagración.
Una obra ambiciosa y sobrecogedora
Los ecos del Renacimiento se entremezclan con la profundidad espiritual del Apocalipsis bíblico. Estas estampas son un ambicioso proyecto, se revela de manera evidente su intención de concebir una obra no solo especial, sino impactante en su iconografía y presentación.
Las huellas de su perspicacia crítica quedan impresas en cada detalle, donde los poderes políticos y religiosos de la época son sometidos a una incisiva evaluación. La serie no solo es una exploración artística, sino también una reflexión sobre el estado de la sociedad en la que vivía.
La visión decisiva del Apocalipsis
Alberto Durero marcó un punto de inflexión debido a que le brindó un enfoque revolucionario en su diseño. A diferencia de los Apocalipsis medievales que abundaban en ilustraciones integradas en el texto, Durero colocó el grabado en el centro de la página y reservar el dorso para el texto. Esta audaz disposición liberó la fuerza visual de sus imágenes y redefinió la narrativa visual de la obra.
Su maestría sobresaliente
En contraste con sus predecesores, quienes confiaban en el color para potenciar su impacto, Durero demostró un dominio excepcional del blanco y negro. Sus imágenes irradiaban una fuerza y expresividad sorprendentes gracias a su habilidad para manejar los contrastes y los matices. A pesar de prescindir de la paleta cromática, logró evocar una gama completa de emociones y simbolismos.
Este enfoque único y vanguardista de Durero no solo destacó por su estética, sino que también estableció un estándar interpretativo. Su enfoque influyó en las generaciones posteriores de artistas, ya que muchos emularon sus composiciones o se sintieron inspirados por ellas. En consecuencia, su serie «Apocalipsis» es considerada la interpretación definitiva del último libro de la Biblia.