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Crean el primer facsímil de «El papiro de Ani»: el «código moral» de una civilización sin leyes

Además de manual de la inmortalidad, el libro de los muertos que se conserva en el Museo Británico resume qué era visto como «bueno» en la cultura egipcia

Testigos de las creencias del Antiguo Egipto, los llamados libros de los muertos no sólo han sido considerados un referente religioso de la milenaria civilización -durante muchos siglos fue visto como un texto sagrado similar a la Biblia y el Corán-, sino también testimonio de su «código moral», es decir, del conjunto de prácticas que eran consideradas como «buenas» en una sociedad que no tenía un sistema legislativo como tal y que se regía por el decreto concreto emitido por el faraón y gobernador de la zona.

Poder conocer más a fondo esos bellos documentos que reunían un compendio de pautas, conjuros, oraciones y letanías que los egipcios debían seguir hasta que una vez fallecidos, Osiris, dios de la resurrección, les permitiera ingresar en la vida eterna, es lo que va a permitir el primer facsímil realizado en el mundo de «El papiro de Ani», uno de los libros de los muertos más profuso en detalles de los que se conservan en la actualidad. De su edición se ha encargado la editorial salmantina especializada en facsímiles CM Editores. Su reproducción permitirá a universidades -uno de los principales clientes de la empresa editora- e investigadores estudiar un documento que guarda con celo el Museo Británico desde 1888.

A la institución británica llegó de la mano del egiptólogo Ernest Wallis Budge, quien adquirió el papiro original que durante siglos había reposado en la Tumba de Ani, en Tebas, y lo trasladó a Londres. Con el fin de facilitar el manejo del documento, el egiptólogo cometió una atrocidad irreparable, ya que desenrollo el papiro y lo cortó en 37 hojas de uniforme longitud.

Hacer una edición facsímil del libro de los muertos tal y como fue hallado en Tebas, es decir, 24 metros de papiro enrollado, o por el contrario, copiar las 37 hojas que se conservan en el museo británico, fue una de las primeras dudas que se plantearon en la editorial, cuenta Daniel Díez, uno de los coeditores. Finalmente optaron por la segunda opción: «No tenía mucho sentido hacerlo de otra manera porque realmente el original se encuentra así». La edición facsímil -han elaborado un total de 999 ejemplares- es el resultado de cuatro años de trabajo especializado y varios viajes al museo. Precisamente «negociar» con los ingleses su acceso al original fue una de las dificultades a la que tuvo que enfrentarse la editorial salmantina. «Tuvimos que repetir una segunda vez las fotos porque queríamos un mayor nivel de detalle y ahí perdimos unos meses», recuerda Díez.

72.000 papiros

El segundo obstáculo que se encontraron fue la obtención del papiro. «Sólo hay un lugar del mundo donde se produce papiro natural, que es Egipto, y no fue precisamente fácil a nivel burocrático exportar 72.000 papiros, que son los que hemos tenido que conseguir». Señala también Daniel Díez que su trabajo no hubiera sido posible sin la tecnología actual, tanto por la posibilidad de imprimir en papiro natural como por la resolución actual que se puede conseguir en las imágenes fotográficas: «En tan solo una década la información que puede guardar un archivo fotográfico se ha multiplicado por cien».

De esta manera han podido captar con bastante realismo los «vivos» colores que caracterizan las viñetas de este «excepcional» papiro que denota «la gran riqueza» y «posición» de ambos difuntos, Ani y su esposa -él, un alto escriba del faraón y ella una sacerdotisa de altísimo rango-, ya que las copias de los libros de los muertos no estaban al alcance de cualquiera y la mayoría de los egipcios sólo podían enterrar a sus difuntos con algún capítulo, a veces sin decorar. «Financiar una obra de estas características era el equivalente a diez o doce años de trabajo», destaca el editor.

Junto al detalle de las viñetas apunta Díez que otra característica que tuvieron que tener en cuenta fue la degradación del tono de los papiros entre sus diferentes hojas, que «supongo que tuvo que ver con algún tipo de exposición al sol, aunque exactamente no sabemos el motivo».

Cultura vigente

El periodista y egiptólogo Nacho Ares y el que fuera ministro de Egipto y célebre egiptólogo Zahi Hawass han colaborado en los comentarios de esta edición que se presentará en junio en el Museo Egipcio de Turín y en el verano también en Londres. El precio del facsímil no está al alcance de cualquiera (10.800 euros), si bien Daniel Díez señala que ya han tenido solicitudes por parte de universidades norteamericanas que ven en el documento una vía para avanzar en las investigaciones sobre «una cultura milenaria que sigue vigente». «El hecho de que los egiptólogos e investigadores tengan a su alcance una copia idéntica al original les permite acceder a una información que de otra manera sería imposible», concluye el editor.

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