
DETALLES DEL FACSÍMIL DEL ALTAS DE GERARDUS MERCATOR
- Título: Atlas sive Cosmographicae meditationes de fabrica mundi et fabricati figura
- Lugar: Amsterdam
- Año: 1607
- Idioma: Latín
- Grabador: Jodocus Hondius
- Medidas: 43 x 30 cm
- Contenido: 680 páginas con 146 mapas a página doble coloreados a mano
- Ubicación del original: Biblioteca Histórica de la Universidad de Salamanca
- Signatura: BG / 52041
- Edición lmitada y numerada ante notario de tan solo 375 ejemplares en números arábigos y 25 en romanos.
- Impreso en ocho colores sobre papel artesanal de fabricación especial idéntico al original del siglo XVII.
- Encuadernado en piel de cabra color tabaco con estampaciones en seco con motivos barrocos con los pliegos cosidos en escartivana con tiras de papel realizadas manualmente siguiendo las mismas técnicas de hace 400 años.
- Volumen de estudios a todo color con textos de Kevin R. Wittmann
- ISBN: 978-84-942508-8-0

¿Sabía que gracias a la confección de este Atlas hace más de 400 años ahora podemos buscar un lugar en el GPS de nuestro móvil o vehículo y encontrarlo con absoluta precisión? El Atlas de Mercator es una obra maestra dentro de los mapas cartográficos antiguos ya que fue el primero que incorporó la “proyección Mercator”, que corregía la curvatura de la Tierra cuando plasma en una superficie plana. Hemos realizado esta edición facsímil, con más de 120 mapas a doble página, utilizando, por primera vez, imágenes de alta resolución sobre una obra fundamental para el conocimiento cartográfico. Solicite más información sobre este ejemplar.
Lamentablemente, Mercator falleció en 1594 sin haberlo terminado. Fue su hijo quien concluyó la obra publicando todos los mapas que habían preparado juntos.
¿Quién fue Gerardus Mercator?
Gerardus Mercator fue un cartógrafo flamenco famoso por idear la llamada «Proyección de Mercator». Lo novedoso de dicha proyección era que las líneas de longitud eran paralelas, lo cual facilitaba la navegación por mar al poderse marcar las direcciones de las brújulas con líneas rectas.
Fue uno de los primeros en utilizar la palabra Atlas para designar a un conjunto de mapas, y estimuló a Abraham Ortelius a hacer el primer atlas moderno.
Posteriormente, Mercator comenzó a elaborar su propio atlas, que consistía en una versión corregida de los mapas de Ptolomeo.
Lamentablemente, Mercator falleció en 1594 sin haberlo terminado. Fue su hijo quien concluyó la obra publicando todos los mapas que habían preparado juntos.
¿Qué es la proyección de Mercator y por qué es importante?
Seguramente, como decíamos al principio, cuando hemos usado Google Maps en nuestro teléfono para llegar a un lugar desconocido no sabíamos que, en parte, podemos llegar a nuestro destino gracias a este esforzado cartógrafo flamenco.
¿Qué es la proyección Mercator? Para explicarlo de una forma sencilla, si intentáramos hacer plana la cáscara de una naranja se produciría una ligera distorsión sobre la posición inicial entre dos puntos que hubiéramos señalado en la posición esférica inicial. Ese es un problema al que se enfrentaban muchos marineros hasta finales del siglo XVI, que las distancias calculadas en las cartas náuticas no eran completamente exactas. Mercator detectó este problema del que adolecían todos los portulanos y mapas manuscritos realizados hasta su época, y gracias a sus conocimientos matemáticos (además de matemático también fue un experto relojero) corrigió esta desviación para realizar su obra, publicada de forma póstuma, “Atlas sive Cosmographicae meditationes de fabrica mundi et fabricati figura” más conocida como Atlas de Mercator.
Cada mapa de Mercator contenido en dicho Atlas corrigió dichas ligeras desviaciones haciendo avanzar de una forma sustancial la navegación y circulación de viajeros desde entonces.

¿Por qué los mapas que realizó Mercator conformaron un atlas revolucionario?
Mercator, al igual que Abraham Ortelius, vivió en un momento histórico, de transición entre el oscurantismo científico medieval y el final del Renacimiento, con la explosión del humanismo y la investigación científica. Los grandes viajes, los descubrimientos de nuevas tierras, la dura pugna entre potencias europeas marcó el devenir de aquella época como ahora lo hacen los avances tecnológicos como internet o el 5G. Tener una ventaja sobre los demás era vital para lograr triunfar en las mayores empresas que naciones como España, Portugal, Holanda, Francia o Inglaterra pretendían para imponerse a las demás.
Partimos además de la base que Mercator incorporó a sus mapas no solo una precisión cartográfica nunca vista, sino además información sobre cada una de las zonas reproducidas.
Tanto es así que nuestro ejemplar contiene textos que fueron expurgados por la Inquisición española, ya que hablan de personajes o ideas que la Iglesia consideraba heréticas en aquella época. El original, conservado en la Biblioteca General Histórica de la Universidad de Salamanca, es de los pocos ejemplares que se conservan completos en tierras hispanas y, sin lugar a duda, fue protegido en la intimidad de alguna biblioteca monacal o escolástica por algún religioso consciente de su importancia y de que el conocimiento que contenía debía sobrevivir a cualquier precio.
Como decíamos anteriormente, casi todo está ya inventado, y aunque ahora no usemos mapas físicos sino digitales, el trabajo matemático y cartográfico que realizaron auténticos héroes como Mercator nos permiten ahora disfrutar de una vida más cómoda y sencilla.
Del mismo modo que en aquella época su Atlas favoreció el comercio y el avance económico, el uso de su proyección ahora es muy útil para millones de empresas en todo el mundo que pueden ser encontradas gracias a un trabajo realizado hace más de 400 años por un hombre paciente, sabio y reflexivo.
Aunque hasta ahora hemos hablado de su importancia científica, no debemos pasar por alto la belleza artística que contienen cada uno de los mapas de Mercator y que conforman un Atlas realmente espectacular en su ejecución. Como todas las obras de lujo de esta época, la obra fue coloreada a mano de forma primorosa por auténticos especialistas en la iluminación de libros. En este caso, el Atlas fue confeccionado en su taller por sus hijos y aprendices.

¿Qué aporta nuestra edición facsímil del Atlas de Mercator?
Como obra indispensable para concebir la civilización humana, el Atlas de Mercator, era una elección obvia a la hora de volcar nuestros esfuerzos en hacer una edición facsímil que estuviera a la altura de la importancia del original.
Usando un papel de fabricación especial, hemos conseguido reproducir, no solo la obra, sino la sensación de estar tocando, sintiendo e incluso oliendo el original conservado en la Biblioteca de la Universidad de Salamanca.
La impresión en ocho colores permite que podamos disfrutar de cada matiz cromático creado con suma paciencia por los artesanos de los talleres flamencos a partir de pigmentos naturales.

En cuanto al proceso de encuadernación, como siempre, hemos usado piel de cabra de primera calidad, usando los motivos originales de estilo plateresco en los grabados de la tapa, contratapa y lomo. Un bonito tejuelo en piel, con el título de la obra estampado en oro es el colofón perfecto a una obra que, debido a que está cosida sobre cuadernillos en escartivana, necesita de una semana de trabajo al menos en nuestro taller artesanal para estar lista y ser entregada a cada uno de nuestros clientes, están agradecidos con que cada ejemplar sea encuadernado específicamente para su destinatario.
Un lujoso guarda libros con cinta protege la obra y permite colocarla bien en un lugar destacado a la vista de todos, o conservarla en la intimidad de una biblioteca junto a otras joyas de nuestro catálogo.
Creemos firmemente que esta obra no debería faltar en el sancta sanctorum de un buen coleccionista bibliófilo, tanto por su importancia como por su belleza estética. Si usted es un coleccionista exigente, o un apasionado de la cartografía histórica, no deje pasar la ocasión de conocer más sobre nuestra edición facsímil y sobre las formas de adquisición de la misma.